La geografía de India remite al Sur de Asia. El país limita al norte con Nepal y Bután, al oeste con Pakistán y el Mar Arábigo, al este con Bangladesh y el golfo de Bengala y al sur con el Océano Índico, que lo separa apenas de Sri Lanka.
En cuanto a sus paisajes, las montañas del Himalaya, la cadena montañosa más grande del planeta, destacan al norte. Los bosques de coníferas, la nieve eterna de las cimas y las alturas imponentes otorgan postales de ensueño. Hay muchos parques nacionales por todo el territorio, ideales para practicar trekking y eco-turismo, ver fauna salvaje y disfrutar de la naturaleza pura, sin atisbos de cemento o vehículos. A lo largo de 7.500 km se despliega la costa. Los estados de Gujarat, Maharashtra, Goa y parte del estado central de Madhya Pradesh, constituyen el oeste de la India, donde se encuentran algunas de las mejores playas. Muchas de arena, y otras de acantilados y rocas.
Los principales ríos tienen su origen en el Himalaya, serpentean y atraviesan pueblos milenarios, como el mítico río Ganges, que deja crecer a sus pies extensos valles fértiles, o el Brahmaputra, uno de los ríos más largos de Asia. Al oeste, además de playas, están los pantanos del Rann de Kutch, y al este el Delta del Sundarbans (frontera con Bangladesh), donde los canales fluviales se ramifican y hay múltiples especies de aves. Al noroeste, el Desierto del Thar, repleto de colinas de arena, hace de frontera entre India y Pakistán.
India tiene dos archipiélagos: una cadena de islas volcánicas en el Mar de Andamán (las islas Andamán y Nicobar, cubiertas de selva tropical), y las Laquedivas, en el Océano Índico, archipiélago formado por majestuosos arrecifes de coral y bancos de arena.
La capital es Nueva Delhi, donde viven 22 millones de personas. La superficie del país es inmensa: 3.287.590 km2. 6,5 veces la superficie de España.
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